¿No consigues que tus pequeños aprecien los beneficios de la fruta? Hoy te traemos una receta para niños que les encantará: tarta de queso con kiwi.
La receta es realmente sencilla así que ellos mismos pueden ayudarte a hacer algunos de los pasos en función de su edad. Verás como, una vez que hayan disfrutado de la cocina en familia y vean el kiwi en una rica tarta, ¡comenzarán a adorar la fruta!
Ingredientes para 4 tartas individuales:
- 1 Kiwi Zespri Green
- 1 Kiwi Zespri Sungold
- 1 galleta molida (en esta ocasión usamos una mezcla de galletas spéculoos y galletas tipo digestive)
- Mantequilla
- 1 cucharadita (tsp) de extracto de vainilla
- 150 gr. de queso crema
- 225 gr. de leche condensada
- Zumo de 1 limón y medio
Elaboración de la tarta de kiwi y queso:
- Mezclar las galletas con mantequilla derretida hasta tener una masa. A esto pueden ayudarte tus niños. Eso sí, primero encárgate tú de derretir la mantequilla un poco en el microondas a baja temperatura, y asegúrate de que no haya peligro de que se quemen con el recipiente.
- Rellenar 4 los vasos o boles con la mezcla de galletas y mantequilla para hacer la base, apretando un poco contra el fondo para que quede algo compacto. Y meter en la nevera de 10 a 15 minutos para que se endurezca.
- Mientras los niños se encargan de esas tareas tu puedes ir poniendo en una sartén a caramelizar los kiwis con la mantequilla y la vainilla. Yo he mezclado las dos variedades de kiwi para crear un postre con contrastes dulces y ácidos, pero si te gusta más dulce escoge la variedad Zepri Sungold que dará un toque más caramelizado al postre o si te gusta más acido opta por la variedad Zepri Green.
- Deja enfriar un poco el kiwi que hemos cocinado.
- Por último, mezcla el queso crema, la leche condensada y el zumo de limón hasta conseguir homogeneidad.
Montaje de la tarta:
Incluso el montaje de la tarta es realmente sencillo, así que los niños pueden ayudarte o hacerlo ellos solos. Diles que saquen los vasos de la nevera, y a continuación, cojan dos cucharadas de la mezcla de kiwi caramelizado y la pongan sobre las bases de galleta. Luego, con otra cuchara, cogemos la mezcla de queso y la ponemos sobre la anterior.
Finalmente, metemos en la nevera el vasitos de nuevo, por lo menos durante una hora para que tomen consistencia.
Un postre rápido y sencillo, donde los niños pueden ayudar y con el que aprenderán a disfrutar de la fruta y sacarle el máximo partido. ¡Esperamos que os guste tanto como a nosotros!