No hay picnic sin sándwiches

Los sándwiches se han convertido en uno de los alimentos más socorridos que nos podemos encontrar. Un alimento que es perfecto para cualquier ocasión, ya sea para comer algo entre horas, merendar o llevarse algo a la boca antes de irse a la cama. Los sándwiches también son los más demandado a la hora de organizar un picnic, una actividad que cada 18 de junio celebra su día internacional.

Aunque muchos puedan ver en los sándwiches pan con otro alimento en medio, a la hora de la verdad es posible disfrutar de grandes elaboraciones que son capaces de competir con otros platos mucho más elaborados.

El sándwich: el rey del picnic

La RAE define pícnic como una excursión que se hace para comer o merendar sentados en el campo, y puede que no haya nada más apetecible en estas fechas que precisamente eso, salir del entorno urbano para respirar la tranquilidad del campo mientras disfrutamos de una agradable comida. Y aunque la tradición abogue por preparar una tortilla de patatas y un buen montón de filetes empanados, hay otras opciones incluso más sencillas.

Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta a la hora de preparar un pícnic, es que todos los platos que incluyamos deben aguantar bien el transporte, tienen que poder comerse sin utilizar los cubiertos y estar ricos a temperatura ambiente. En este sentido, los sándwiches se adecuan perfectamente a estas circunstancias. Creemos que son de origen italiano, concretamente de Turín y otras partes del norte, los famosos tramezzini que los emigrantes llevaron tanto a Uruguay como a Argentina a primeros y mediados del S.XX. De forma triangular y con rellenos variados, el más popular a nivel global es el de jamón y queso, tostado o no.

¿Qué son los sándwiches de triple miga?

Aquí está la principal particularidad que distingue los sándwiches criollos argentinos de los que conocemos en España o la totalidad de Europa, nosotros los hacemos con pan de molde (lactal, dicen en Argentina) y ellos, con pan de miga, a partir de una masa fermentada que tras reposar varias horas, se corta en rebanadas pero sin la corteza: “El pan de miga argentino se diferencia del pan de molde que se utiliza en España y Europa en que es mucho más finito y se corta en plancha, está muy presente en las picadas (entrantes) para ver el fútbol con amigos, en celebraciones familiares, etc…” – nos puntualiza Ana Antolini, argentina y copropietaria de las tiendas Tita de Buenos Aires en Madrid. De hecho, la ciudad de Rosario, de donde son, es una de las grandes referentes del sándwich de miga en Argentina, con muchas empresas dedicadas y donde es costumbre degustarlos en la cena siempre fríos y no tostados como en otras partes del país (llamados Carlitos).

Sándwiches de triple miga de Tita de Buenos Aires

En Argentina se conocen como sándwiches de miga triples lo que aquí siempre hemos llamado sándwiches de tres pisos, todo un clásico del que echar mano cuando aprieta el hambre y no tenemos ni tiempo ni ganas de preparar algo más elaborado.

Una de sus principales características aparte de la humedad y el sabor, es esa rebanada interior que separa en dos pudiendo rellenar con ingredientes distintos si así lo queremos. Junto a las empanadas y los postres del país austral, son otro de los atractivos de las tiendas Tita de Buenos Aires, donde los puedes encontrar para todos los gustos: “Ahora de momento tenemos de seis tipos, el de jamón y queso que generalmente se sirve tostado en los desayunos o la merienda, otro al que añadimos mayonesa, tomate y huevo (ya frío). Y gustan mucho los de pechuga de pollo al horno, picada a mano con apio, mayonesa, zumo de limón, mozzarella y huevo, o su variante de atún con cebolla morada, cebolla blanca, pimiento rojo, tomate y huevo. Preparamos otro con pan integral de semillas que lleva jamón serrano y mozzarella y por último, uno con queso crema de roquefort, nueces picaditas, queso y jamón york”.

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