La combinación de queso y calabaza en una tarta es simplemente irresistible. Este postre es perfecto para aprovechar la temporada de calabazas, con una mezcla de sabores dulces y especiados que te transportará directamente al otoño. Además, su textura cremosa y su base crujiente hacen que sea un éxito asegurado en cualquier ocasión especial o simplemente para darte un capricho.
Ingredientes principales
Para una tarta de aproximadamente 8 porciones, necesitarás:
Para la base:
- 200 g de galletas tipo María o Digestive.
- 100 g de mantequilla derretida.
Para el relleno:
- 400 g de queso crema (tipo Philadelphia).
- 250 g de puré de calabaza (puedes hacerlo al horno o hervido).
- 150 g de azúcar.
- 2 huevos grandes.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
- ½ cucharadita de jengibre molido.
- ½ cucharadita de nuez moscada.
- 1 cucharadita de esencia de vainilla.
Para la decoración (opcional):
- Nata montada.
- Canela en polvo.
- Semillas de calabaza tostadas.
Preparación paso a paso
1. Prepara la base
- Tritura las galletas hasta obtener una textura fina, similar a arena. Puedes usar un procesador de alimentos o un rodillo.
- Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta que estén bien integradas.
- Vierte la mezcla en un molde desmontable (de unos 22 cm de diámetro), presionando firmemente con la base de un vaso para formar una capa uniforme. Reserva en el frigorífico mientras preparas el relleno.
2. Prepara el puré de calabaza (si no lo tienes hecho)
- Corta una calabaza pequeña en trozos grandes y retira las semillas.
- Asa los trozos en el horno a 200 °C durante unos 30 minutos o hasta que estén tiernos. También puedes hervirlos en agua hasta que estén blandos.
- Tritura la pulpa con una batidora hasta obtener un puré suave. Deja enfriar.
3. Prepara el relleno
- En un bol grande, mezcla el queso crema con el azúcar hasta obtener una crema suave.
- Añade el puré de calabaza, los huevos, la vainilla y las especias (canela, jengibre y nuez moscada). Bate todo hasta que quede homogéneo.
- Vierte la mezcla sobre la base de galleta que preparaste anteriormente.
4. Hornea la tarta
- Precalienta el horno a 180 °C.
- Hornea la tarta durante 45-50 minutos. Sabrás que está lista cuando el centro esté ligeramente tembloroso al mover el molde.
- Deja que la tarta se enfríe a temperatura ambiente y luego refrigérala durante al menos 4 horas (mejor si es toda la noche) para que adquiera la textura perfecta.
5. Decora y sirve
Antes de servir, decora con nata montada, un toque de canela en polvo y algunas semillas de calabaza tostadas para un toque crujiente.
Consejos y variaciones
- Sin horno: Si prefieres evitar el horneado, puedes sustituir los huevos por gelatina sin sabor (disuelta previamente) y dejar cuajar la tarta en la nevera.
- Otras especias: Añade una pizca de clavo molido para un toque más especiado.
- Endulzantes alternativos: Usa azúcar moreno, miel o sirope de arce para un sabor más profundo.

Un postre para cada ocasión
Esta tarta de queso y calabaza no solo es deliciosa, sino también versátil. Ideal para acompañar un café en una tarde otoñal o como el broche perfecto para una cena especial. Su equilibrio entre lo dulce, lo especiado y lo cremoso conquistará hasta a los paladares más exigentes.
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