Si hay un postre típico de las fechas en las que estamos, este no es otro que las torrijas, un postre que dependiendo del lugar en el que estemos se elabora de una forma un otra pero que todas tienen en el pan como el ingrediente principal.
Partiendo de ahí, nos podemos encontrar distintas formas de elaboración, aunque la receta más conocida es la que se elabora con leche. Pero hoy no nos queremos quedar ahí, sino que os traemos una receta para elaborar las torrijas con vino dulce. El proceso es muy similar al de leche, lo único que cambia son los ingredientes.
Veamos los ingredientes que necesitamos necesitamos para elaborar este postre.
- Pan del día anterior o pan especial para torrijas que lleva mantequilla.
- 250 ml de vino dulce moscatel
- 100 mil de agua
- 3 huevos
- Aceite de oliva
- Azúcar
- Canela en polvo
Lo primero que hay que hacer es cortar el pan en rebanadas un poco gruesas, pero tampoco mucho ya que si nos pasamos, el interior se puede quedar muy seco al freírlas.
En un bol mezclamos el vino y el agua, y mojamos en esa mezcla las rebanadas de pan, evitando que se empapen. Lo dejamos escurrir un poco para que suelte todo el líquido sobrante.
En una sartén añadimos el aceite y lo ponemos a calentar. Mientras que coge temperatura, batimos los huevos y pasamos el pan mojado en vino por el huevo para a continuación meterlo en el aceite hasta que se quede dorada por las dos caras. No nos asustemos si estas se oscurecen, ya que el vino dará un tono un poco más oscuro que las de leche.
Una vez fritas, las sacamos y las ponemos encima de papel absorbente para que se pierda algo de grasa. Antes de que se enfríe, la rebozamos en la mezcla de azúcar y canela que hayamos hecho.
Una vez frías, ya las tenemos listas para ser degustadas.
