A la hora de comprar un frigorífico para nuestra cocina, debemos tener presente varias cosas ya que en la actualidad hay varios modelos de este electrodoméstico en el mercado, y dependiendo de lo que estemos buscando, del uso que le demos y del espacio que dispongamos, podremos optar por uno o por otro.
Disponer de un buen frigorífico nos puede ayudar tener una mejor conservación de los alimentos y a la hora de preparar nuestras comidas, poder disfrutar de alimentos de mejor calidad que nos aporten mejores nutrientes para nuestro organismo.
Dependiendo del tipo por el que nos decantemos, el precio de este electrodoméstico puede variar. Pasemos a continuación a repasar los distintos tipos de frigoríficos que nos podemos encontrar a la hora de adquirir uno.
Son los frigoríficos más sencillos que nos podemos encontrar en las tiendas, y también los más económicos. Se caracterizan por disponer de un único motor que hace funcionar tanto la nevera como la zona del congelador, por lo que al cambiar la temperatura, esto afecta a las dos zonas. Poco a poco van desapareciendo y es una opción poco recomendada a la hora de adquirir uno.
Combis
Hasta hace bien poco era el modelo de frigorífico más demandado pero en los últimos tiempos este ha sido desbancado por el No Frost. Al contrario que el anterior, este dispone de dos motores, uno para la zona de nevera y otro para congelador, por lo que se puede regular la temperatura de forma individual.
Frigoríficos sin escarcha (No Frost)
Al igual que los combis, disponen de un motor para cada zona, pero tiene la ventaja de que no crean la molesta escarcha en las paredes de la nevera. Mejoran la refrigeración y la congelación, y logran evitar la mezcla de olores.
Frigoríficos de tres puertas
Cuentan con tres apartados, uno de congelación, otro de refrigeración y un tercero que se puede usar para una de estas dos funciones según las necesidades, pudiendo alternar entre usarlo como nevera o como congelador según las necesidades.
Frigoríficos ecológicos
Se tratan de aquellos frigoríficos que reducen la expulsión de gases CFC a la atmósfera, por lo que la contaminación es menor. Hay que tener presente que este tipo de frigoríficos suele ser más caro que el resto.