Para las masas de bizcocho:
– 4 huevos
– medio vaso de azúcar normal
– medio vaso de azúcar vainillada
– 1 cucharada de miel
– 200 gr de mantequilla
– 1 cucharadita de levadura
– 250 gr de harina
Para el relleno:
– 200 gr de mantequilla en pomada
– 200 gr de leche condensada
– 150 gr de queso de untar
Preparación :
Mezclamos en un cazo todos los ingredientes para hacer los bizcochos, excepto la harina. Lo calentamos al baño maría hasta que quede una masa homogénea. Apartamos del fuego y añadimos la harina, hasta que quede una pasta como para hacer bizcocho.
Engrasamos y enharinamos un molde para horno y vertemos un poco de la mezcla anterior. Tiene que tener menos de un centímetro de altura, unos 5 mm o poco más. Metemos el molde en el horno a unos 180º y lo sacamos cuando se haya cuajado bien. Tened cuidado porque al ser un bizcocho tan finito se hace enseguida. Repetimos esta operación hasta 4 veces, nos tienen que salir 4 bizcochos.
Mientras se enfrían los bizcochos hacemos la crema de leche condensada. La mezclamos con la mantequilla y el queso fresco, si quedara muy liquida, podéis ponerle una cucharadita de gelatina en polvo diluida en una cucharada de agua caliente y lo dejáis enfriar en el frigorífico hasta que se espese. Ahora montamos la tarta. Bizcocho, crema, bizcocho, crema, bizcocho, crema, bizcocho. Y adornamos con un poco de azúcar glass o chocolate en polvo.