Algunos estudios científicos han demostrado que en un futuro próximo los alimentos que comeremos serán diferentes. Esto se debe a que hay una predicción en la cual se observa que en 2030 habrá más de 8 mil millones de personas. Demasiada gente para tan poca comida.
Actualmente, vivimos en una sociedad que está en continuo cambio y avanza de forma vertiginosa. Por ello, muchas veces no tenemos tiempo ni para comer, por lo cual hacemos uso de la comida rápida «fast food» y platos precocinados, haciendo desaparecer las costumbres de hacer un buen plato como el cocido, las lentejas, el potaje…. Platos que nos hacía nuestra abuela.
Según la cadena británica BBC, se estima que en un futuro tendremos presente en nuestra dieta diaria insectos, algas y carne de laboratorio. Los insectos tienen un valor nutritivo similar al de la carne y aportan gran cantidad de proteínas. De hecho en algunos países como Méjico son manjares, debido a su escasez y a sus elevados precios. En otros países también lo hacen, por ejemplo los africanos comen orugas, los tailandeses grillos y los japoneses tienen las avispas como plato supremo.
En cuanto a la carne de laboratorio, los primeros estudios se hicieron por parte de la NASA, querían investigar la posibilidad de que ésta fuera un alimento adecuado para los astronautas. Producir carne en el laboratorio, según expertos de Oxford, tiene ciertas ventajas, una de ellas es la reducción de los gases del efecto invernadero.
Por útlimo, y no menos curioso, según los científicos de la Universidad de Sheffield Halam (Reino Unido), las algas en gránulo sustituirán la sal, puesto que proporciona mucho sabor a los alimentos, pero tienen poca sal, por lo que no perjudica nuestra salud, como ya sabéis la sal en exceso hace que la presión sanguínea aumente y esto conlleva un deterioro de la salud.
Imagen: taringa.net
