El próximo domingo 7 de abril tendrá lugar el Día Mundial de la Salud. Aprovechando esta fecha, el portal Acierto ha analizado cómo se cuidan los españoles. Por desgracia, este estudio desvela como aún queda mucho por hacer, tanto en la alimentación como en la actividad física. Este estudio muestra como el 64% de los españoles sufre sobrepeso, un problema que si no se controla puede reducir la esperanza de vida de los afectados.
¿Cuidamos de nuestra alimentación?
Así, los datos indican que no cuidamos de nuestra alimentación como deberíamos. Prueba de ello es que el negocio de la comida rápida a domicilio se encuentra en plena ebullición y que ya genera más de 600 millones de euros al año. La ingesta de platos preparados y bollería también ha crecido (un 9% y un 4% respectivamente). En concreto y según los números, ni siquiera el 7% de la población alcanza los mínimos de alimentación saludable: comer cinco piezas de fruta o verdura diarias, desayunar “en condiciones”, tomar legumbres y pescado al menos dos veces por semana, etcétera.
En concreto, lo que se detecta es que existe un consumo de pescado y marisco bastante adecuado, pero no de frutas o legumbres. Además, la ingesta de lácteos -especialmente queso-, carnes magras, embutidos y dulces se encuentra por encima de los niveles recomendados. También tenemos carencias de potasio y fósforo.
Sin embargo, sí que intentamos comer bien, o al menos eso decimos: el 54% de los españoles asegura que trata de llevar una dieta equilibrada. Y, de entre ellos, el 8% cuenta las calorías que ingiere. Por otra parte, el 58% asegura haberse puesto a dieta alguna vez. El 24% lo hizo en una ocasión puntual y el 18,5% durante el último año. El 16% de la muestra estaba a régimen durante la encuesta. Aquí se observan diferencias entre hombres y mujeres. Por ejemplo, hasta el 65% de las mujeres ha hecho dieta alguna vez, frente al 52% de los varones.
¿Comer bien es caro?
El precio de la comida es una de las razones que las personas esgrimen a la hora de comer bien. Aunque la mayoría pretende comer sano, muchos saben que lo que compran no siempre es saludable. Los españoles también piensan que llenar la cesta con ellos también requiere de más tiempo -por una lectura detallada de las etiquetas- y que hasta que es necesario poseer ciertos conocimientos de nutrición.
Podríamos decir que depende de nuestras elecciones, de dónde compremos los productos, etcétera. Es decir, aunque el pescado y la verdura fresca puedan resultar más caros a priori que la bollería, también los hay congelados. Además, aquí habría que valorar la sensación de saciedad que generan unos ingredientes y otros, e incluso la adicción de los mismos -en el caso de los azucarados, por ejemplo-. Lo importante es elegir bien. Asimismo, no podemos obviar el hecho de que comer mal a la larga nos acabará pasando otro tipo de factura.
El deporte, asignatura pendiente
El deporte sigue siendo una asignatura pendiente. Los datos muestran que hay 17 millones de españoles que admiten ser sedentarios, afirmando no hacer nada de ejercicio. Entre los mayores, el 54% de las personas que superan los 65 años mantienen unos hábitos de vida saludables.
Por desgracia, el sedentarismo, junto a otros factores, puede incrementar el riesgo de obesidad, depresión, patologías cardiovasculares, cáncer u otras enfermedades. También reduce la esperanza de vida en hasta siete años y está asociado a un rendimiento laboral inferior.
Las cifras cobran todavía importancia si tenemos en cuenta que esta tendencia también afecta a los más jóvenes. Sólo el 21% de los menores de 10 años hace deporte. El 81% de los adolescentes en edad escolar no se mantienen lo suficientemente activos y el 80% de los niños únicamente lo practica en el colegio.
Cada vez más concienciados
Por otra parte, una de las finalidades básicas del Día Mundial de la Salud es la de concienciar acerca de las barreras de acceso a una salud de calidad universal, y de la necesidad de implantar nuevas medidas que permitan que esta llegue “a todos y en todas partes”. Por desgracia, incluso en nuestro país, todavía existen inconvenientes como las largas listas de espera de la Seguridad Social, la falta de tiempo para atender a los pacientes, etcétera.
Esto se ha plasmado en un incremento de la contratación de seguros de salud. Solo en el último año creció más de un 24%. ¿El motivo principal? La dificultad de acceso a determinados tratamientos y los tiempos comentados. Algunos expertos, asimismo, atribuyen esta fuga a los recortes en Sanidad de la última década.
En cualquier caso, el informe desvela que ya son muchos los que, en patologías graves o que requieren de hospitalización, se decantan por el seguro privado. Es el caso de los enfermos de cáncer o embarazadas. En el caso de estos primeros, uno de cada cinco prefiere ser tratado a través de su seguro de salud, mientras que en las embarazadas el porcentaje es del 40%.
Un punto en el que no podemos dejar de comentar algunas de las ventajas que les ofrece hacerlo, pues la mayoría de pólizas permiten acceder a un amplio cuadro de especialistas con rapidez, a pruebas diagnósticas, tratamientos específicos, etcétera. Algunos seguros hasta brindan la opción de añadir coberturas de reembolso de gastos farmacéuticos o cuentan con opciones de libre elección del profesional (suelen devolverle al cliente el 80% de la factura). Eso sí, cada compañía es un mundo y deberíamos leer el condicionado al dedillo, revisando las carencias y excepciones que se indican.
Se trata de productos que se contratan cada vez más por internet -este tipo de contratación ha aumentado hasta un 130% y ya supone el 4% del total-. El perfil de cliente que prefiere la red para gestionar los seguros de esta manera es el de una mujer entre los 35 y los 40 años, aunque el público que lo hace va tendiendo a ser más variado.