- Medio kilo de pechuga de pollo sin hueso y sin piel (cortada en tiras)
- 4 cucharadas de vinagre de arroz
- 1 cucharada de salsa de soja
- 1 huevo
- 1/3 taza de almidón de maíz
- 6 dientes de ajo
- 4 cucharadas de jengibre fresco
Para la salsa:
- 6 cucharadas de salsa de soja
- 6 cucharadas de vinagre de arroz
- 3 cucharadas de azúcar
- 1 puñado de cebolla de verdeo picada
Preparación:
Se mezcla en un recipiente las pechugas de pollo con la salsa de soja y el vinagre de arroz, y dejamos marinando unos 30 minutos. Después añadimos el huevo y el almidón de maíz, mezclando y batiendo hasta que las partes de pollo estén cubiertas con la mezcla.
Calentamos aceite de oliva en una sarten profunda y freímos el pollo durante unos 5 minutos hasta que se dore y esté crujiente. Lo ponemos sobre papel de cocina para que chupe el aceite y reservamos.
Ahora es el turno de la salsa. Para elaborarla ponemos unas cucharadas de aceite en una sarten y añadimos el ajo y el jengibre, sofriendo durante un tiempo de tan sólo 15 segundos.A continuación agregamos la salsa de soja, el vinagre de arroz y el azúcar, mezclando bien y dejando que hierva.
Ya podemos recuperar el pollo. Lo ponemos sobre un plato limpio y cubrimos con salsa, espolvoreando con la cebolla de verdeo picada y comemos.
Vía: Recetas cocina