La naranja es una de las frutas más preciadas en nuestra dieta diaria, no solo por su sabor y su extraordinario valor nutricional, sino también por su versatilidad. Forma parte de nuestros desayunos, es un ingrediente destacado en numerosas elaboraciones culinarias y constituye un postre excelente.
Son muchos los postres que tienen como base las naranjas de mesa o de zumo, pero hoy vamos a centrarnos en un clásico que nunca pasa de moda: las naranjas al vino. Los cítricos y el vino casan a la perfección y si añadimos frutos y secos y un ligero toque de especias, el resultado es un postre completo, sabroso y lleno de matices.
La clave de este postre, muy fácil de elaborar, es la elección de los ingredientes. De entrada, podría servir cualquier vino tinto y cualquier variedad de naranja, pero si optamos por ingredientes de calidad, el resultado final es mucho más satisfactorio. ¿Qué naranjas comprar? Nuestra variedad preferida por sabor y tamaño es la naranja navel de Valencia. Su cuerpo carnoso, con los gajos repletos de jugo, es perfecto para la elaboración de este plato. En cuanto al vino, vamos a elegir uno típico de postres: el moscatel valenciano. La variedad Moscatel Romano o de Alejandría es excelente y aportará al plato un dulzor especial.
Ingredientes para dos raciones
- 6 naranjas navel
- ¼ de litro de vino moscatel
- Canela en rama (1 palito) o extracto de vainilla
- Opcional: clavo, anís estrellado, pimienta de Jamaica y almendras laminadas
Elaboración
- De las naranjas se aprovecha todo, hasta las cáscaras, así que, para empezar, vamos a rallar la piel de 2 naranjas y la pondremos en un cazo. Añadiremos el vino moscatel y el zumo de 2 naranjas exprimidas. Para aromatizar la mezcla podemos incorporar el palito de canela, la vainilla o incluso unas bayas de pimienta de Jamaica. Otras especias que también funcionan bien son el clavo y el anís estrellado.
- Ponemos a cocer el líquido durante unos 10 minutos hasta que se reduzca a un tercio del volumen y se espese. Es importante probar este jarabe para observar el grado de dulzor. El vino moscatel es dulce de por sí y no haría falta añadir azúcar, pero hay personas que prefieren un sabor más almibarado. En ese caso, podríamos añadir azúcar o algún edulcorante substitutorio.
- Mientras el jarabe se va espesando, pelaremos las 4 naranjas, las cortaremos en rodajas o en gajos y las pondremos directamente en el bol que usaremos después para comer. Es conveniente quitar bien la piel blanca de las naranjas porque produce amargor.
- Verteremos el jarabe sobre las naranjas y las dejaremos macerar en el frigorífico durante unos minutos. No es necesaria una maceración larga; las naranjas absorben rápidamente los líquidos, así que con un cuarto de hora bastará.
- A la hora de servir, podemos poner sobre las naranjas unas almendras cortadas en láminas finas; aportarán al postre un toque crujiente.
La receta de naranjas al vino admite múltiples variaciones. Atrévete a jugar con las especias y con las variedades de vino, pero elige siempre naranjas de calidad.