A veces puede pasar que, al hacer mayonesa casera, nos pasemos echando limón o vinagre. Para reducir el sabor fuerte podemos echar leche en la mahonesa. La leche también nos puede servir para aligerarla si está demasiado espesa.
Por decir más, incluso podemos hacer la mayonesa con leche en vez de huevo, y así evitaremos la salmonella.