Hablar de la gastronomía italiana es hacerlo de sus platos típicos como son la pizza, la pasta o el risotto. Se trata de una gastronomía que ha ido evolucionando a lo largo de la historia, pero que sigue siendo tan tradicional como el país donde se mezclan culturas como la antigua Grecia y Roma, además de la comida árabe.
Origen urbano
Aunque la mayoría de las personas sitúa el origen de su gastronomía entre los olivos y viñedos de la Toscana, para ciertos historiadores esta comida tiene un origen urbano, ya que nace en la sociedad donde el dinero, el talento y el poder son lo más influyente. Y antes de esas influencias su origen era africano, asiático, romano y griego. La llegada de los españoles a América también influyó la gastronomía italiana ya que de esta manera llegaron materias primas como la patata, el maíz, los pimientos y tomates.
Pero la historia de la gastronomía italiana comenzó realmente cuando el imperio romano cayó ya que esto provocó que las regiones italianas se separaran y desarrollaran su propia cultura y alimentación y sus propias tradiciones. Así es como surgieron varias culturas italianas que conformaron la tradición culinaria: el norte, el sur, el centro y las islas.
La zona del norte es una zona en cuyas regiones abunda la pasta, sopas y cares hervidas en vino o mantequilla. En la zona del norte nunca falta la trufa blanca, el vinagre balsámico de Módena, los quesos típicos como el parmesano, o las salsas tan conocidas como la boloñesa o el pesto. El norte también tiene como plato original el carpaccio (Carne y pescado crudo macerados), o el risotto.
El centro italiano está lleno de embutidos y una gran variedad de carnes (pollo, cordero, conejo, etc). Los platos más típicos que se originaron en esta zona son la bistecca alla florentina (solomillo hecho a la parrilla) y los spaghetti alla chitarra. El sur sin embargo ofrece una gastronomía sencilla cuyo plato principal conoce todo el mundo: la pizza. Los ingredientes más utilizados en estas regiones son el tomate fresco, la albahaca, las aceitunas, los vegetales, el pimentón, los quesos, los pescados y mariscos, etc.