Según el último estudio elaborado por el comparador Acierto, 3 de cada 5 españoles afirman haberse puesto a dieta alguna vez. Los datos apuntan que el 24% lo han hecho en una ocasión concreta, incluso se ha dado el caso, que el 16% de los encuestados estaban a régimen durante la encuesta. Si lo comparamos por sexo, el 64,4% de las mujeres afirman haber hecho dieta alguna vez. En el caso de los hombres, esta cifra baja hasta el 51,1%.
El análisis del comparador muestra que a casi el 62% de los españoles le preocupan las calorías que ingiere: el 54% intenta llevar una dieta equilibrada para compensarlo, y un escaso 8% asegura que hasta cuenta las calorías. Algo que podría acabar derivando en problemas alimentarios más graves.
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¿Cocinar o comer fuera de casa?
A pesar de sus virtudes, lo cierto es que alimentarse bien requiere de cierta dedicación -sobre todo si queremos ir más allá de la plancha y la ensalada- y conocimientos culinarios. Por desgracia, solo la mitad de los hombres españoles afirman saber cocinar (frente al 85% de las mujeres); y el negocio de la comida a domicilio se encuentra en plena ebullición -mueve alrededor de 500 y 600 millones de euros al año y ha sufrido un aumento del 7% respecto del año anterior-. Lo más curioso es que el 70% de los encuestados afirma que le gusta cocinar, pero solo 1 de cada 10 tiene tiempo de hacerlo.
El informe también revela como los españoles destinamos 1.900 euros al año en bares y restaurantes. Esto no es de extrañar ya que nos encontramos a la cabeza de países con mayor densidad de este tipo de establecimientos. Según los últimos datos, tenemos cerca de 260.000 bares, lo que se traduce a uno por cada 175 personas.
Tal es así, que hasta el 42% de los consumidores reconoció haber acudido a un restaurante de autor alguna vez. El 17,5% dijo que no, pero que le encantaría. Los números del informen también desvelan la frecuencia con la que van: el 40% dice hacerlo habitualmente o una vez cada tres meses. En todo caso, no es el único tipo de “gastronomía” que ha crecido, pues las comandas medias en restaurantes en centros comerciales se han disparado un 4,7% este último año.
Gastronomía tradicional: la apuesta más sana
A pesar de que salimos mucho, la mayoría de los españoles somos fieles a la cocina tradicional y santa, tanto dentro como fuera de casa. Entre nuestros platos favoritos están la tortilla de patatas, la paella, el cocido madrileño o el gazpacho andaluz. Pero, ¿son tan saludables? Si los analizamos individualmente, el cocido es el más calórico –aporta unas 500 calorías–, mientras que la paella contiene unas 379. Las lentejas bajan a las 320 por ración, frente a las 149 calorías de una porción de tortilla y las 46 calorías del cuenco de gazpacho.
Ahora bien, las calorías no lo son todo: por ejemplo, la paella, las lentejas y el gazpacho son recetas muy sanas que apuestan por el aceite de oliva (que aporta ácidos grasos monoinsaturados, polifenoles y vitaminas), las legumbres (ricas en proteínas, frutooligosacáridos y otros), los cereales (una excelente fuente de hidratos de carbono) y las verduras (fuente de vitaminas, minerales y fibra). En definitiva y volviendo al asunto que nos ocupa: un tipo de gastronomía que se enmarca dentro de la dieta mediterránea y que puede convertirse en el kilómetro 0 de la salud.