La Dukkah es una sabrosa mezcla de semillas y frutos secos molidos y es de origen egipcio. Se suele tomar extendida sobre una rebanada de pan y bañada con un buen chorro de aceite de oliva. Una especie de Pan Tumaca en versión egipcia. También se puede emplear como aderezo de ensaladas y verduras y también para aderezar platos de pescado, carne y mariscos.
– 70 gr de avellanas
– 30 gr de almendras
– 60 gr de sésamo
– 5 gr de comino
– 7 gr de cilantro
– 4 gr de pimienta negra
– 1 c/p de sal
Preparación:
Tostamos por separado todos los ingredientes, excepto la sal, para que desprendan todo su aroma y sabor, pero los dejamos enfriar porque si están calientes cuando los trituremos, el aceite que han liberado las especias y los frutos secos no permitiría que quedara una mezcla suelta.
También hay que procurar, por lo tanto, que si trituramos en un robot de cocina o molinillo, no coja calor, así que se puede hacer en pequeñas cantidades para que quede molido a nuestro gusto en pocos segundos, evitando además como resultado una mezcla pastosa.
Una vez hecha la dukkah ya la podemos servir como nos apetezca y la restante, conservarla en un bote de cristal hermético hasta el próximo consumo, aguanta varias semanas.