El color que desprende la India no sólo está en los saris, su vestido tradicional. Su rica y milenaria gastronomía es un constante baile de ingredientes y especias. El secreto de su arte culinario es emplear un inmenso abanico de hierbas y condimentos, y con ello dar una alegría especial a cada uno de sus platos.
La mayoría de las comidas de la gastronomía hindú están aderezadas con especias molidas, y a esa combinación que realizan para sus aliños tan característicos se la denomina masala.
Tienen un inmenso abanico de condimentos, pero quizá una de las más conocidas y utilizadas en el país es el curry, que de hecho es una mezcla de distintas especias como cilantro, cúrcuma, comino, y alholva. Siendo un país tan grande la receta varía según la zona y pueden añadirse otros condimentos como jengibre, nuez moscada, cardamomo, pimienta, semilla de amapola e incluso clavo y azafrán.
La manera en la que se añaden las especias a los platos difiere mucho de una región a otra. En el norte se prefieren en polvo, mientras que en el sur generalmente usan más los granos enteros, hojas o hasta pequeños pedazos de raíces. La incorporación de hierbas aromáticas y condimentos supone también un alto valor medicinal.
De hecho, una especie muy común en el sur de la India y que empieza a descubrirse en occidente es la Garcinia Cambogia. Esta planta es muy utilizada por la medicina oriental y su cáscara seca y molida se utiliza también en la cocina, en muchas ocasiones como sustituto del tamarindo.
Esta planta que poco a poco se va encontrando en otros países del mundo, se utiliza principalmente para la pérdida de peso, pero posee otras muchas características: contribuye a la disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos, ayuda a aumentar la energía, es un estupendo remedio antiinflamatorio y al contener vitamina C resulta muy beneficiosa para el sistema inmunitario.
Pero la Garcinia Cambogia tiene otra destacable facultad, y es que ayuda a aumentar los índices de serotonina. Entre otras funciones esenciales para nuestro organismo, este neurotransmisor es el principal encargado de regular nuestro estado de ánimo, como también del apetito, causando la sensación de saciedad, y controla la temperatura corporal. Por ello es igualmente conocido como la hormona de la felicidad.
La diversidad de la gastronomía hindú
La India es el séptimo país con mayor superficie a nivel territorial en el mundo, el segundo por población y en el que se conforman más de un centenar de grupos étnicos. Su cultura es una mezcla entre sus tradiciones, idiomas, danzas, músicas, arquitectura, religión y gastronomía. Por su gran extensión es por lo que existe esa gran diversidad y se encuentran distintas costumbres según la región de la que se trate.
Como la India misma, en su comida se encuentra toda esa pluralidad de las distintas culturas que se establecieron en el país. Árabes, persas, portugueses, franceses, neerlandeses, y finalmente, los ingleses enriquecieron su gastronomía.
El paso de los distintos colonizadores hizo que fueran incorporando diferentes prácticas culinarias, que con el correr de los siglos conformó lo que se conoce en la actualidad. La clave de los sabores y aromas únicos de la cocina india es una adecuada conjunción de especias.
Aunque sus condimentos son la característica más especial de la gastronomía india como ya se ha comentado, se tienen que sustentar en otra serie de alimentos. El arroz y una grandísima variedad de verduras y legumbres son los ingredientes esenciales de los platos más típicos que se consumen en el país. Además de la atta, un tipo especial de harina de trigo, muy usada en el continente asiático, con el que se elaboran panes planos como chapati, roti, naan, paratha y puri.
La gastronomía de la India es predominantemente vegetariana, pero no faltan otros ingredientes como el pollo o el cordero. Tal es así, que el pollo al curry y tandoori son de los platos hindús más reconocidos en todo el mundo.
Por su parte, hasta los aceites que se emplean en la cocina india difieren según la región. En el norte es más usual el de mostaza, tradicionalmente el más idóneo para hacer frituras, mientras que en el sur se utiliza mucho el aceite de coco. En cambio, en el oeste se emplea habitualmente el de cacahuetes. Lo que es cierto es que en las últimas décadas han tomado mayor popularidad el aceite de girasol y el de soja.
Pero a grandes rasgos, se puede decir que la gran diferencia que existe entre la comida del norte y la del sur del país es el nivel de picante. En la zona norte es mucho más alto, no siendo así en el sur. Sin duda, en ambas partes se puede disfrutar de una explosión de sabores exóticos, que resultan casi adictivos.