Consejos para evitar la salmonela y el anisakis

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad y Política Social, ha lanzado una lista de «consejos útiles» para evitar las intoxicaciones por salmonella y anisakis en verano, una época en la que las altas temperaturas pueden elevar el riesgo de sufrir estos problemas.
La salmonella causa más del 70% de los brotes de enfermedades de origen alimentario

La salmonella causa más del 70% de los brotes de enfermedades de origen alimentario, a pesar de que el uso de huevo crudo en mayonesas está prohibio en restaurantes desde 1991.

Para evitarla, Sanidad recomienda utilizar sólo huevos convenientemente envasados y etiquetados.

También recomiendan conservar los huevos en el frigorífico y no guardar restos de salsas. «Si se prepara más cantidad del plato de la que se va a consumir de inmediato, recomiendan aderezar con la salsa sólo la parte que se va a comer a continuación y reservar el resto sin salsa. Es el caso de la ensaladilla rusa», puntualizan.

Conviene lavar la cáscara con agua y detergente y secar bien, antes de cascar el huevo

Antes de utilizar el huevo, conviene «lavar la cáscara con agua y detergente y secar bien, antes de cascar» y tener cuidado «para que no caigan trozos o restos de cáscara ni en la clara ni en la yema». «Es necesario añadir a la salsa vinagre o limón para acidificarla y así inactivar posibles gérmenes», añaden.

Para evitar el anisakis, a pesar de que los restaurantes están obligados por ley a congelar el pescado que se va a servir crudo (tipo sushi), marinado (boquerones en vinagre) o poco cocinado y a informar de este hecho a sus clientes, conviene comprar el pescado limpio y sin vísceras, cocinarlo para eliminar el parásito y congelarlo antes, si se va a comer crudo o semicrudo.

En este sentido, recuerdan que no causan la enfermedad, aunque se consuman crudos y sin congelación previa, los moluscos bivalvos, como ostras, mejillones o almejas; los pescados de ríos, lagos o piscifactorías, como truchas o carpas; las semiconservas, como las anchoas, y los pescados desecados salados, como bacalao o mojamas.

Asimismo, es conveniente separar alimentos crudos y cocinados «para evitar la contaminación cruzada» y no usar los mismos utensilios para manipular o cortar alimentos crudos y cocinados, además de conservar los dos tipos de alimentos separados.
Hay que separar los alimentos crudos y cocinados y no usar los mismos utensilios al cocinarlos

Recomiendan cocinar los alimentos «completamente», evitando que queden crudos por dentro, especialmente la carne, el pollo, los huevos y el pescado.

Aconsejan también que las sopas y guisos «alcancen la temperatura de ebullición» y «recalentar bien la comida cocinada», ya que los microorganismos mueren a más de 70 grados. Además, piden almacenar en el frigorífico lo antes posible tanto los alimentos cocinados como los perecederos.

Vía; 20minutos

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