Personalmente me considero un enamorado de la cultura hindú, pero sobre todo de su gastronomía. Me encantan sus platos y el aroma de sus especias. Tanto es así que ya he visitado el país unas cuantas veces. Y es que perderse por Nueva Delhi y deleitar la comida local en alguno de sus puestos es algo que debéis hacer por lo menos una vez en la vida. Si estás interesado en visitar el país bañado por el Ganges, tenéis que saber que necesitaréis un visado India.
¿Qué es eso? Muy sencillo. Para entrar en la India es necesario un visado. Sin este documento no es posible visitar el país. Por suerte, puedes solicitar la e-visa India online de manera sencilla a través de unos cuantos clics. No te llevará mucho tiempo y te ahorrarás muchísimo papeleo. Te lo digo yo que la primera vez que viajé allí, tuve que remover cielo y tierra. Ahora a través de Internet es mucho más sencillo.
Pues bien, volviendo al tema que nos ocupa en este portal, hay un elemento muy común en la cultura gastronómica hindú que a mi me chifla y que puedes realizar de manera sencilla en tu cocina ya que no emplea ningún ingrediente extraño. Estamos hablando del pan naan o pan hindú, un excelente acompañante de cualquier plato de la India. ¿Quieres saber cómo se prepara? Presta atención…
Ingredientes para 6 panes
- 160 gr de agua templada
- 50 gr de leche templada
- 60 gr de yogur natural no azucarado
- 2 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de azúcar
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 300 gr de harina repostera
- 1 cucharadita de levadura seca
- 150 gr de mantequilla sin sal
Preparación
Para elaborar un pan naan lo primero que tenemos que hacer es verter el agua templada, la lecha templada y el yogur natural sobre un bol. Después hay que agregar las dos cucharadas de aceite de oliva sobre la mezcla anterior y remover bien hasta que se integren todos los ingredientes.
Ahora, aparte, en un bol de gran tamaño, vierte la harina repostera junto a la cucharada de azúcar, la cucharadita de sal y el bicarbonato sódico. Mezcla bien todos estos ingredientes y agrégale la mezcla que has elaborado en el párrafo anterior.
Remuévelo todo con una paleta hasta que quede una masa muy, pero que muy pegajosa y consistente. Tapa el bol con un plástico film y deja reposar la masa sobre una hora y media.
Aprovecharemos este tiempo para elaborar el ghee, con el que pintaremos nuestro pan naan. El ghee básicamente es una salsa hecha a base de mantequilla. Por lo que coge toda la mantequilla, échala en una cacerola y fúndela a fuego medio. Una vez fundida, baja el fuego y deja que reduzca. Ojo, formará una espuma y cambiará a un color dorado. No te preocupes, es normal. Continúa cocinando a fuego suave hasta que la salsa torne a un color avellanado. Cuando esto ocurra, retírala del fuego y cuélala para retirar impurezas.
Transcurrida la hora y media, tendremos que amasar nuestra masa, valga la redundancia. Así que espolvorea harina sobre una superficie lisa y trabaja la masa con las manos. Añade harina a la masa hasta que deje de pegarse a los dedos. Tras varios minutos de amasado obtendrás una masa tersa que tendrás que dividir en 6 porciones iguales.
Con un rodillo tendrás que amasar cada una de esas porciones. No te pases mucho amasando, déjales sobre un centímetro de grosor.
Ahora pintamos con ghee (la salsa que hemos elaborado con mantequilla) mediante una brocha de cocina, una de las caras de la porción y la depositamos sobre una sartén caliente, de manera que la cara pintada toque el teflón de la sartén. Mientras que se cocina dicha cara, aprovechamos para pintar la otra que, si has seguido bien los pasos, debe ser la que no toca con la sartén. Transcurridos un par de minutos, ayúdate de una espátula para darle la vuelta y cocina esta nueva cara un par de minutos.
Haz esto con las demás porciones y sírvelas en un plato como acompañamiento. Puedes picar un poco de perejil fresco y echárselo por encima.
¡Que aproveche!
