No hay nada como saborear un pan hecho en horno de leña o una buena pizza por no hablar de los deliciosos asados. Los amantes de la gastronomía más tradicional y casera lo saben y, por eso, se animan a tener su propio horno de leña. Aunque es fácil de usar, conviene saber tanto cómo encender el horno de leña como, por supuesto, cuál es la mejor madera a emplear.
Qué necesitas para encender un horno de leña
Te vamos a ayudar con tu horno y para ello, te enseñaremos cuales son las mejores leñas así como los pasos que debes seguir para encenderlo y poder cocinar con él de forma eficiente. La selección de maderas que traemos cuenta con la aprobación de los profesionales de Alfarería Duero, especialistas en hornos de leña y barbacoas con una amplia experiencia en el sector.
¿Qué madera tengo que usar en los hornos de leña?
Se puede usar prácticamente cualquier madera para un horno de leña. Se desaconsejan las maderas resinosas (pino, cedro o ciprés) porque la resina se adhiere a las paredes y aporta sabores indeseados, así como la madera de pallets ya que buena parte de ellos están tratados con fitosanitarios que son perjudiciales para la salud. Las hay que son más aconsejables para determinadas tareas como comenzar la llama o mantenerla, amén de para jugar con las temperaturas. Estas son las maderas más recomendables para hornos de leña:
- Encina: la madera de encina es una leña dura con gran poder calorífico. Es una de las leñas a las que más le cuesta empezar a arder, no obstante, es ideal debido a su alta aportación de calor y su duración. Además, sus brasas se pueden aprovechar para barbacoas y otros usos. Sin duda la gran favorita en pizzerías y restaurantes.
- Olivo: madera que también pertenece al grupo de las leñas duras, genera llamas intensas y de altas temperaturas gracias a su fácil combustión y su poder calorífico. Es una de las maderas de mayor calidad que se encuentran en el mercado y una aliada indiscutible para quienes buscan una leña barata y eficiente. Su precio es más barato que la de encina o roble.
- Roble: la leña de roble destaca a la hora de ofrecer al horno una temperatura alta y estable. Su grado de combustión medio la convierte en una buena madera para mantener el calor. Muy apreciada y utilizada en negocios del sector de la restauración que usan hornos de leña, sobre todo porque aporta agradables matices a las recetas.
- Sarmiento: llama intensa y de mucho calor, como la madera de olivo. Dado que se trata de una leña bastante fina, perfecta para iniciar el encendido ya que prende con mucha facilidad y también la más adecuada para dar un golpe de calor cuando la temperatura del horno desciende por debajo de lo deseado. Su aroma es muy característico e ideal para dar un sabor especial a determinadas recetas. Se puede conseguir a muy buen precio sobre todo en zonas vitivinícolas.
Las maderas de árboles frutales, aunque tienen menos poder calorífico (se ha de emplear bastante más cantidad para cargar el horno) también son apreciadas por los matices y aromas que aportan.
Los precios varían sustancialmente dependiendo de la zona del país conde te encuentres.
¿Cómo enciendo el horno de leña?
Encender un horno de leña no es complicado, pero nadie nace sabiendo así que te lo explicamos.
Para que la combustión arranque, hay quienes recomiendan usar pastillas de encendido. No obstante, y aunque sean ecológicas, hay riesgo de que dejen aromas desagradables. Es mejor utilizar papel de periódico o cartón y colocarlos en la parte inferior seguidos de leña fina, leña de más calibre y por fin la leña más gruesa del tamaño y grosor del brazo de un adulto.
Lo primero que se debe hacer es depositar la leña en una pila como hemos explicado en el párrafo anterior desde la parte central del horno hasta la trasera dejando hueco por debajo para que circule el aire y favorezca la combustión. Una vez la llama empiece a elevarse, se cierra la puerta para que se acumule calor, aunque este debe controlarse en todo momento observando el pirómetro del horno. Los tiros (el de la chimenea y el de la puerta) deben estar abiertos en esta fase.
Cuando ya solamente tenemos brasa, se cierran los tiros. Con eso hecho, se puede empezar a cocinar teniendo en cuenta que el horno va perdiendo calor y que se ha de calcular bien la temperatura y el tiempo necesarios para cocinar los diferentes tipos de alimentos.
Cada horno es un mundo por eso debes de observar el tuyo y comprender cual es la curva de calor o inercia térmica (como va descendiendo la temperatura una vez extinguida la llama) factores como la época del año y la leña utilizada son determinantes.
Un error muy común es creer que la brasa aporta o mantiene la temperatura del horno, ninguna de las dos cosas. Puedes o bien sacarla brasa (con el útil adecuado)si tienes claro que el horno va a mantener la temperatura que necesitas para la receta o bien mantenerla dentro porque será más fácil encender leña en caso de que sea necesario mantener o subir la temperatura durante el horneado. Hay quien deposita la brasa a la entrada del horno para que el aire entrante se caliente y la temperatura descienda más lentamente.