Para los amantes del café, da igual la estación del año en la que estemos. Cualquier momento es bueno para disfrutar de su sabor. Para muchos, esta bebida es su fiel acompañante en los malos y buenos momentos, incluso para muchos, tomar un café al despertarse es clave para rendir bien a lo largo del día.
El café es un producto que cuenta con muchas propiedades. Además de ayudarnos a estar más despiertos, también se ha comprobado que reduce en un 20% las posibilidades de deprimirse. Esto es debido a que la cafeína ayuda a aumentar nuestro nivel de dopamina en el cerebro, la sustancia química que ayuda a sentirnos felices.
Lo que sí es importante saber, es que existen muchas variedades de café, cada uno de ellos con características diferentes que los hacen únicos. Pero dentro de todo esto, nos encontramos el concepto de café de especialidad, un café especial que lo hace único. La clave es saber en que consiste para poder disfrutar de él.
Sostenibilidad y comercio justo
El café de especialidad emplea recursos renovables propios de cada zona donde se cultiva, de una manera respetuosa con el medio ambiente. Las fincas donde se siembra el café de especialidad suelen ser de pequeños productores, lo que permite a los productores recibir un mayor precio por un producto de mayor calidad, favoreciendo así un comercio más justo.
Es decir, el café de especialidad tiene en cuenta los negocios locales y el capital humano que hay detrás y que lo hace posible. De ahí que cada café sea diferente y auténtico. Por lo que no solo estás bebiendo un gran café, estás siendo testigo de toda su historia detrás.
Trazabilidad
El ciclo de la vida del producto. Cada taza de café se caracteriza por la identidad del propio café. Actualmente, la trazabilidad es la seña de identidad de un café producido con método, con consciencia, con cuidado de aquellos cafés destinados a un mercado masivo y sin mayor preocupación.
La trazabilidad estimula a los productores a planear su producción en base a las condiciones de la tierra, el clima, la altitud, las variedades, monitorizando los procesos de producción para así conseguir un perfil aromático particular, único para cada producción. Y lo más importante, permite establecer una relación entre el consumidor y el propio productor. La trazabilidad permite también a los consumidores elegir un café en base a la etiqueta que claramente describe lo que está comprando, en base a sus propias preferencias.
Sabor y calidad superior
El grano debe recogerse en su punto óptimo de madurez. Se recolecta manualmente, escogiendo únicamente las cerezas maduras y es secado con procesos tradicionales sin apurar el tiempo. Cada café es tostado de acuerdo a un perfil que permita extraer las notas de ese café. Para eso, el tueste es menos intenso que el comercial. El tueste comercial es más acentuado.
Busca esconder los defectos de los granos quemando el café para que prevalezca el amargo. Sin embargo, el tostador de café de especialidad enfoca su tueste a realzar las notas y características únicas de cada grano de café.