Aunque el té siempre se ha considerado algo a tomar en forma de bebida, sus propiedades y características hacen de él un componente muy interesante en otros aspectos de la gastronomía. ¿Sabías que puede ser el aliado perfecto a la hora de elaborar postres o dulces? En efecto, puede utilizarse en el ámbito de la repostería de muchas formas diferentes, de hecho, hasta se pueden comprar tés para repostería en Aromas De Te para experimentar de primera mano.
Además de poder elaborar muchas bebidas diferentes con él como ingrediente principal, incluso algunas idóneas para estas épocas frías y para acompañar a un buen dulce en una lluviosa tarde frente a la chimenea, el potencial de estas infusiones de hojas y brotes es mucho más amplio de lo que se suele pensar. Jugando con los diferentes tipos de té se pueden elaborar unos platos realmente interesantes, y es que es muy versátil a la hora de cocinar.
Y no, no solo hablamos de usarlo como ingrediente clave para una bechamel o para cocer carne, ni tampoco de espolvorearlo con garbanzos fritos para darles un sabor de lo más especial, hablamos de ese sector de la gastronomía tan delicado y sabroso. Un buen postre o un dulce pueden adquirir un sabor de lo más especial si utilizas el té adecuado y lo sumas como ingredientes.
Diferentes tipos de té, ¿cómo se usan en la repostería?
Sea un té blanco, un té negro o cualquier otro tipo dentro de toda la familia de tés que se pueden encontrar en tiendas como la citada más ariba, debes saber que hay libertad casi total para experimentar con ellos. Sus sabores suelen encajar muy bien con todo tipo de platos pertenecientes a la repostería, por lo que el abanico de propuestas es casi infinito.
Por supuesto, siempre puedes abogar por algo más natural para este tipo de bebida y probar con esta genial receta de té matcha latte para acompañar a cualquier dulce que te tomes. No es un paso tan dirigido a eso de experimentar las combinaciones de sabores al usar el té en repostería, pero ya es una propuesta diferente a lo habitual, sobre todo al preparar ese acompañamiento para beber. ¿Quieres explorar más? En ese caso, sigue leyendo:
Té verde y té rojo
El sabor afrutado de estos tés se puede utilizar para añadir un toque muy distinto a prácticamente cualquier tipo de dulce que vayas a elaborar. Asegúrate de triturarlo bien para poder espolvorearlo tanto por encima como si quieres introducirlo en el interior del propio dulce que estés preparando.
Imagina, por ejemplo, una palmera de chocolate con sabor a frutos rojos gracias a una buena cantidad de té rojo, o incluso una tarta de manzana con un ligero toque al té verde. Puede parecer una mezcla de lo más inusual, pero solo basta con añadirlos para ver hasta qué punto funcionan. De hecho, te garantizamos que el sabor te va a sorprender muy gratamente.
Té matcha
El té matcha merece una mención especial porque, además de poder preparar esa bebida tan sabrosa de la que hemos hablado ante al coger la receta de los cafés latte, también puede utilizarse para elaborar postres artesanales con un giro realmente sorprendente. ¿Sabías que puedes preparar una tarta de queso de té matcha? Pues es perfectamente posible, y además conseguirás algo tan jugoso como distinto, con un color verde totalmente diferente a lo habitual con estas tartas.
También es muy bueno para combinarlo con la receta tradicional del bizcocho de plátano, o incluso si prefieres experimentar con algo menos común y hacer muffins de matcha, o hasta un smoothie verde con manzanas, peras y zumo de limón.
Té negro
Aunque el té negro es conocido por su fuerte sabor, eso no implica que no se puedan aprovechar sus propiedades para seguir experimentando a la hora de elaborar postres o dulces de lo más originales. Una de las recetas más interesantes con este té es el bizcocho al jengibre con té negro. Combina dos sabores intensos ideales para las personas que prefieren sabores fuertes al comer.
Existen otras opciones también por explorar, pero, sin duda, si quieres sorprender, te aconsejamos que pruebes primero esta receta. No te garantizamos que puedas dejar de comerlo.
Té blanco
La suavidad del té blanco hace que sea un ingrediente perfecto para prácticamente cualquier dulce que quieras preparar, aunque hay varias recetas en concreto que aconsejamos especialmente si quieres experimentar con su peculiar sabor. La primera, sin duda, es la del bizcocho de té blanco de cereza. Si quieres tener en tu boca el sabor de las cerezas, aunque de forma muy suave, es ideal.
Otra buena propuesta es preparar un postre tan sabroso como es una buena mousse de té blanco con fresas. El toque natural de este té y la textura mousse combinan genial con el aderezo de las fresas naturales. Una combinación digna de los paladares más exquisitos.
Por supuesto, también puedes experimentar con otros tipos de té, como el té oolong. Las posibilidades, como hemos dicho antes, son casi infinitas cuando se trata de combinar estos ingredientes propios de las infusiones con el mundo de la repostería. No te imaginas la cantidad de postres y dulces que pueden salir al usar todos los tés que hay.
