Amantes del queso y de la buena comida, hoy os traemos la receta de una de las salsas más demandadas para acompañar con la carne, la salsa de Roquefort.
El acompañante perfecto para una gran variedad de alimentos. Y es que la salsa de Roquefort no tiene una sola posibilidad, sino que puede quedar estupenda con muchos alimentos. Normalmente se suele acompañar con carnes, solomillos y bistecs; sin embargo puede quedar muy bien en las recetas de pasta y verduras e incluso pescados. La salsa de Roquefort es para los verdaderos amantes del queso debido a su fuerte sabor. Si estás pensando en hacer esta salsa para una ocasión especial, ¡apunta!
Necesitamos
200 mililitros de nata líquida para cocinar
50 gramos de queso Roquefort
Nuez Moscada
1 cucharada de Aceite de Oliva
Preparamos
Comenzamos poniendo aceite una sartén y calentaremos a fuego lento en la que posteriormente vamos a ir desmenuzando la cuña de queso Roquefort. Con el aceite, éste se irá deshaciendo poco a poco.
Una vez que nos hayamos asegurado de que está deshecho vamos a añadir la nata líquida muy poco a poco para que coja la textura perfecta. A la vez que echamos la nata líquida para cocinar iremos removiendo. Cuando hayamos derramado por completo los 200 mililitros de nata líquida, es hora de añadir un poco de nuez moscada.
La nuez moscada es una especia fuerte, por lo que dependiendo de nuestro gusto echaremos más o menos cantidad. Ahora dejaremos que la salsa de Roquefort cueza poco a poco. La medida de espesor también será al gusto, puede quedar más espesa o más líquida.
Notas: para que la salsa de Roquefort tenga un toque especial podemos añadir la especia pimienta negra, eso sí, siempre entera y con cuidado de que nadie la vaya a comer. Queda muy bien en la salsa, le da ese sabor especial y la decora.
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