Amantes del café fuerte, ¡hoy estáis de suerte! Habréis probado con muchas recetas, pero ninguna como ésta. Hoy os contamos cómo hacer la auténtica receta del café irlandés.
Aunque esta bebida no fue creada en Irlanda sino en Estados Unidos, el café irlandés es una receta de denominación de origen. Dicen que la auténtica receta se industrializó y se quedó en el Baileys. Irlanda, esa pequeña y bella isla en el mapa repleta de naturaleza y cantantes por todas partes. Os contaré incluso, que cuando estuve en Irlanda probé algunos cafés irlandeses y ninguno tenía que ver con el otro. Con esto quiero decir, que existen muchas recetas, pero hoy quiero contaros la original, la buena. Existe una gran cantidad de recetas irlandesas que probar, pero de eso hablaremos otro día.
Hoy venimos a contaros, a pesar de que habéis probado muchas, la receta original y auténtica del café irlandés. Y es que de la receta original han salido muchas combinaciones y mezclas que pueden hacer que transformen el auténtico sabor de un buen café. Si eres un amante del café fuerte y te gusta probar cosas nuevas, ésta es tu receta. Vamos a contarte cómo hacer paso a paso un café puramente irlandés.
Y es que esta receta ha conseguido ser conocida por todo el mundo. Se trata de una mezcla entre café fuerte, azúcar moreno, y whisky para combatir el frío en las temperaturas irregularres de Irlanda. Se puede hacer para tomar solo, con amigos, familiares o con alguien especial. Aprende a hacer esta receta, ¡toma nota!
En esta receta tendremos especial cuidado e iremos despacio a la hora de elaborarlo y prepararlo. El procedimiento es sencillo, pero no podemos tener prisa y debemos seguir los pasos correctamente. Los ingredientes deben quedar separados aunque estén en el mismo vaso, debemos asegurarnos de que queda el sabor del auténtico café irlandés para poder disfrutarlo.
Vamos a necesitar:
- Whisky
- Café
- Nata
- Azúcar o azúcar moreno
- Canela molida o canela en rama
- Café molido para decorar
Preparamos
En primer lugar calentamos las tazas, vasos o copas donde vamos a servir el café. Podemos calentarlas en el microondas (no demasiado tiempo, no queremos que exploten) o al baño María. A continuación, vamos a mezclar el whisky con un poco de azúcar moreno (2 cucharadas). Pueden ser más o menos cucharadas, depende de lo dulce que te guste el café, pero la auténtica receta son 2. Vertemos la mezcla en un cazo y lo calentaremos a fuego medio, este paso hará que el alcohol se evapore y deje un sabor estupendo. Cuando esté lo suficientemente caliente, vamos a flamear la olla. Con un mechero de cocina quemamos nuestra mezcla en la olla y dejamos que arda durante 4 segundos exactos. Este paso puede ser peligroso, así que asegúrate de no salir ardiendo. No te has quemado, ¿no? podemos continuar entonces. Apartamos la mezcla y lo vaciamos sobre la taza, vaso o copa.
Hacemos el café en una cafetera normal. Es importante recordar que una vez que esté hecho el café, debemos remover con una cuchara en la misma cafetera. ¿Sabías que es más fuerte el café que se queda abajo que el de arriba? Ya lo sabes. De esta manera, si removemos con la cuchara, el café se quedará unificado. Es importante saber las bases o capas que contiene el café irlandés. En primer lugar es el whisky flameado. A continuación echamos el café recién hecho, lo haremos lentamente para que no lleguen a mezclarse del todo las dos capas del café.
Por último y el toque especial de un auténtico café irlandés, es la nata. Tenemos dos opciones: podemos batir un poquito la nata de montar para que no quede tan espesa y la vaciaremos sobre nuestra taza de café. Otra opción es simplemente echar la nata montada tal y como está. Lo que sí es importante es no dejar que los ingredientes se mezclen, debemos tener especial cuidado al echar la nata. Si quieres dar un toque original a tu café irlandés, añade un poco de canela molida o café molido. Esto hará que tenga una presentación perfecta e irresistible.
Ahora que sabes cómo hacer el auténtico café irlandés, puedes presumir e invitar a tus amigos o pareja a deleitarse el paladar con una receta original, con una presentación excelente e ideal para servir como postre. Es hora de experimentar esta sensación de whisky con café y disfrutar de una sobremesa especial. ¿Te atreves con esta receta?