La preocupación en torno a los miomas uterinos es un tema recurrente en el ámbito de la ginecología, especialmente entre las mujeres en edad fértil. Según el doctor Ignacio Lobo, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Bizkaia, es esencial que todas las mujeres comprendan que los miomas son tumores benignos y carecen de un componente oncológico maligno. Se estima que entre el 70 y el 80 % de las mujeres desarrollará algún mioma a lo largo de su vida. La mayoría de estos casos son asintomáticos, pero en aquellos donde se presentan síntomas, como sangrados abundantes y dolor, es fundamental buscar atención ginecológica.
El doctor Lobo explica que los miomas se detectan fácilmente mediante ecografía y que, si son pequeños y no causan molestias, solo es necesario realizar un seguimiento regular. No obstante, algunas señales de alerta son indicativas de que se debe consultar a un especialista. Entre ellas se incluyen sangrados menstruales abundantes o de mayor duración, sangrados intermenstruales, dolor pélvico acompañado de anemia o fatiga, y distensión abdominal.
Las opciones de tratamiento para los miomas varían según su tamaño, número y ubicación. En casos donde los síntomas no son graves, el tratamiento médico con terapias hormonales puede ser suficiente para aliviar el malestar. Sin embargo, cuando la calidad de vida se ve afectada, existen alternativas menos invasivas. La histeroscopia, por ejemplo, permite tratar los miomas submucosos sin dejar cicatrices externas.
Una técnica innovadora en este campo es la embolización de las arterias uterinas, que reduce el riego sanguíneo hacia el mioma para facilitar su encogimiento. Otra técnica prometedora es la radiofrecuencia, que utiliza calor controlado para destruir parte del tejido del mioma, lo que también conlleva una menor sintomatología en pacientes.
Entre los avances más recientes en cirugía ginecológica se encuentra la técnica V-NOTES, que se basa en una cirugía endoscópica transvaginal y evita las incisiones visibles en el abdomen, lo que reduce el dolor postoperatorio y acelera la recuperación. Esta técnica permite realizar miomectomías y, en ciertas circunstancias, histerectomías, siempre personalizando el tratamiento de acuerdo con las necesidades y deseos de cada paciente.
El doctor Lobo recalca la importancia de no normalizar síntomas como menstruaciones abundantes y dolorosas, y hace un llamado para acudir al profesional de salud ante cualquier signo preocupante. Con un diagnóstico temprano, se pueden explorar opciones de tratamiento efectivas y adecuadas, favoreciendo así una mejor calidad de vida para las mujeres afectadas.



