En un contexto de creciente preocupación por el medioambiente, Roll’eat, la empresa catalana dedicada al diseño y producción de envoltorios sostenibles, ha reafirmado su compromiso con la sostenibilidad a través de iniciativas que buscan transformar hábitos de consumo. Meritxell Hernández, fundadora de la compañía, expresó que «cada decisión cuenta, y en nuestras manos está el poder de cambiar hábitos para proteger el planeta». Esta afirmación resuena en un momento donde la producción de plásticos continúa en aumento.
A medida que se inicia un nuevo año, muchas marcas establecen propósitos y objetivos. Para Roll’eat, el principal objetivo es el compromiso con el planeta. La empresa se posiciona como un actor esencial en la transición hacia un estilo de vida más consciente y respetuoso con el entorno. Hernández hace hincapié en que, aunque los desafíos ambientales son significativos, es fundamental creer en el poder de los pequeños cambios: «Cada vez que alguien elige un envoltorio reutilizable en lugar de uno desechable, está contribuyendo a un cambio que puede marcar la diferencia; ese es el mensaje que hay que transmitir: no hay gesto pequeño cuando se trata del futuro del planeta».
Desde Roll’eat, no solo se enfocan en la comercialización de soluciones innovadoras, sino que también se comprometen a fomentar la educación ambiental y a colaborar con instituciones y empresas. «La misión no es solo ofrecer alternativas más sostenibles, sino inspirar un cambio real en la mentalidad de las personas. Por eso, trabajamos codo a codo con colegios y administraciones públicas para llevar este mensaje a las nuevas generaciones», subraya Hernández.
Hoy en día, el problema de los residuos plásticos es urgente y necesita soluciones inmediatas. Aseguran que «no se puede esperar; cada decisión que tomemos hoy tendrá un impacto en las próximas décadas», y enfatizan que desde Roll’eat, se quiere dar un ejemplo de cómo adoptar prácticas sostenibles sin sacrificar funcionalidad o diseño.
El compromiso con la sostenibilidad también se traslada al entorno laboral. Roll’eat está implementando acciones para reducir el uso de plásticos de un solo uso en las oficinas. Hernández señala que «actualmente, un trabajador promedio consume cientos de botellas de plástico al año» y propone que, a través de productos reutilizables y prácticas conscientes, se puede reducir esta cifra de manera significativa. Este cambio, según ella, debe contar con la colaboración de las empresas, que juegan un papel crucial en la promoción de hábitos más sostenibles.
De cara a 2025, Hernández sostiene que la sostenibilidad no debe ser vista como una simple tendencia o un propósito de año nuevo que se olvide con el tiempo. Más bien, debería ser un enfoque que transforme cómo consumimos, desechamos y, en última instancia, cómo vivimos con mayor conciencia hacia el entorno.