Patatas fritas, ¿cuál es la mejor forma de cortarlas?

Las patatas fritas son uno de los acompañamientos más recurrentes en cualquier plato, ya sea carne o pescado. En esto no hay duda, pero sí que lo hay en la forma en la que se preparan, más concretamente en el corte ya que siempre está la duda de si es mejor cortarlas a mano o bien a máquina. Aunque pueda parecer una diferencia mínima, el resultado final puede cambiar mucho.

En el caso de que te gusten las patatas muy crujientes, uno de los secretos es cortarlas a mano, ya que te permiten elegir su tamaño y grosor para facilitar ese toque crunchy por fuera, pero tiernas por dentro. También es importante elegir la patata adecuada, siendo mejores aquellas que hayan madurado más tarde, ya que tienen menos agua, fécula y azúcares. El almidón también es un problema, pero esto se puede solucionar dejándolas media hora antes en remojo y secándolas bien con un paño antes de freír.

Por ejemplo, en las cadenas de hamburgueserías, donde las patatas fritas nunca pueden faltar, cada vez es más habitual dejar de lado las cortadoras y optar por la manera artesanal, cortadas a mano con un buen cuchillo, controlando el grosor (más o menos 5mm) y la forma. Así es como por ejemplo las preparan en Ham! Fresh Burger, donde además de la manera clásica, las puedes encontrar con una mezcla casera de especias, siempre incluidas gratis con las hamburguesas.

Sus patatas 100% naturales también tienen una versión gourmet, hechas al momento y con un montón de ingredientes fresh que puedes combinar:

  • Las Raclette: con queso raclette y bacon
  • Las Fourme: con queso azul fourme d´ambert, salsa dulce, perejil y bacon.
  • Con Bacon: con bacon, cebolla caramelizada, salsa dulce y cilantro.
  • Con Trufa: con setas, salsa de trufa, queso raclette y cebollino.
  • Con Jamón: con jamón serrano, tomate seco, salsa parisienne y cebollino.

Cómo hacer en casa unas patatas fritas perfectas

  1. Para que queden crujientes, no deben ser muy gruesas, el aceite debe estar muy caliente y antes de cortarlas, debemos secarlas y eliminar su almidón en la mayor parte posible (por esto, sería ideal elegir patata nueva, que contiene menos fécula), lo cuál podemos hacer introduciéndolas entre 5-10 minutos en agua fría y ya cortadas.
  2. No vamos a decir que las patatas fritas sean un snack saludable, pero podemos restarle parte de esa mala prensa si las cortamos y freímos con su piel, ya que la fibra las hace más digestivas y también saciantes, lo que hace que comamos menos.
  3. También es importante la elección del aceite de oliva, mucho mejor si es virgen extra, pero el que elijamos, que no tenga un sabor muy fuerte que pueda restárselo a nuestras patatas. Ni que decir tiene que una vez fritas, este aceite debe ser reducido al máximo con papel de cocina, sobre el que verteremos el montante de patatas fritas.
  4. La sal es fundamental, pero como nos ocurre con muchos otros platos, casi nunca sabemos cuando debemos echarla, si antes, durante o después. Pues bien, si queremos que queden bien crujientes, siempre después y una vez secadas de todo su aceite sobrante.
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