El tradicional Roscón de Reyes no se ha librado de la moda de los productos 0 azúcares añadidos, productos que afirman ser opciones más sanas y saludables, pero ¿realmente es así o se trata de una estrategia de marketing?
Estos productos «sin azúcar» se muestran como opciones ideales para los más golosos pero que no quieren comprometer su alimentación saludable. El problema es que no todo es tan bueno como lo pintan. Un estudio realizado por FITstore referente a las tablas nutricionales muestran datos muy interesantes. Aunque estas versiones sustituyen el azúcar por edulcorantes como el maltitol, esto no las convierte automáticamente en una alternativa más saludable. En algunos casos, el contenido total de carbohidratos, azúcares y otros ingredientes puede ser incluso superior al de los productos tradicionales.
«Un producto con un 24% de maltitol no debería ni plantearse como opción más saludable. A veces, basta con leer la tabla nutricional para darse cuenta de que estos productos no cumplen las expectativas que el marketing genera», explica Luis Cañada, CEO de FITstore.
Otro aspecto que llama la atención es el precio. Las versiones «0,0 azúcares» suelen ser más caras, lo que refuerza en la mente del consumidor la idea de que está comprando un producto premium. Pero esta percepción puede ser engañosa. En muchos casos, lo único «premium» es la etiqueta, mientras que el producto en sí no ofrece mejoras reales en su composición o beneficios para la salud.
«El problema no es solo que sean más caros, sino que el consumidor, pensando que está tomando una decisión saludable, cae en un error que genera una falsa sensación de estar consumiendo algo mejor para la salud, cuando no es así» añaden desde FITstore.
Un problema de educación alimentaria
La raíz del problema no está únicamente en las marcas, sino también en la falta de educación alimentaria de los consumidores. Muchas personas confían ciegamente en las etiquetas, sin detenerse a analizar los ingredientes o las tablas nutricionales. Esto deja la puerta abierta a que estrategias de marketing ambiguas influyan en sus decisiones de compra.
Por eso, es fundamental fomentar una cultura de consumo informado. Entender qué significa realmente «0% azúcares añadidos» o «bajo en calorías» puede marcar la diferencia entre una elección basada en hechos y una basada en percepciones erróneas.
El Roscón de Reyes, en su forma tradicional, es una indulgencia ocasional. Y como tal, no necesita ser sustituido ni transformado. Consumido con moderación, puede ser perfectamente compatible con una dieta equilibrada. Las versiones «sin azúcar» pueden ser una alternativa válida para quienes necesitan controlar su consumo de azúcar por razones médicas, pero no deberían presentarse como la única opción saludable.
En un mundo cada vez más saturado de productos que prometen ser «mejores» o «más saludables», quizás lo que necesitamos es volver a lo esencial. Disfrutar de la tradición del Roscón de Reyes no significa renunciar a la salud, sino hacerlo de forma consciente y equilibrada.