Las espinacas es un alimento muy saludable y versátil, pero tienen el inconveniente de que no gustan a todo el mundo, más si nos centramos en el caso de los niños. Como solución a esta situación, siempre podemos preparar platos sencillos donde se enmascare este producto, en muchas ocasiones solo añadiendo algún alimento que les guste. De esta forma podemos elaborarlas dentro de una quiche, en tortilla, salteado de carne o en empanadas con salsa bechamel.
Todos recordamos a Popeye y la increíble fuerza que obtenía al consumir espinacas, lo que popularizó la idea de que esta verdura era rica en hierro entre los niños de todo el mundo. Aunque investigaciones posteriores han demostrado que las espinacas no son especialmente ricas en este mineral, lo cierto es que poseen notables cualidades nutricionales. Esta verdura es una excelente fuente de vitamina C, y también contiene una buena cantidad de vitaminas A, B, E y K, además de potasio, calcio, fósforo, zinc y ácido fólico. Gracias a estos nutrientes, las espinacas fortalecen el sistema inmunológico frente a virus y bacterias y ayudan a mantener el cuerpo hidratado, lo cual es fundamental para combatir catarros y gripes. Además, sus propiedades antiinflamatorias contribuyen a aliviar los síntomas del asma, la migraña y la artritis.
Maneras de cocinarlas y de comerlas
La espinaca es muy baja en calorías y extremadamente versátil, se puede consumir tanto cruda como cocinada, fría o caliente, como entrante o de acompañamiento de carnes, pescados, pastas o arroces. En ensalada son muy fáciles de incorporar como sustitución de la clásica lechuga y además en su versión cruda, o en este tiempo de frío y lluvias, en potajes, purés o cremas de verduras o cientos de guisos que podemos improvisar sin que las espinacas desentonen lo más mínimo, aportando también color aparte de todas sus propiedades.
Otra forma muy interesante de consumirlas es como un ingrediente más añadido a una quiche o en tortilla, ya sea francesa o de patatas. En los arroces tipo risotto también funciona bien al igual que en cremas de verduras o salteados de pollo, ternera y otras verduras o setas en un wok.
También es común consumirlas como relleno de empanadas, con el queso roquefort por ejemplo como acompañante para darle mayor gusto, o con bechamel como es el caso de las que preparan en las tiendas argentinas Tita de Buenos Aires: “Las empanadas de espinacas acostumbran a combinar con queso en Argentina, sobre todo mozzarella, pero también es común con queso de cabra, rallado o con huevo. Nosotros las hacemos con salsa bechamel de manera que por dentro quedan muy cremosas. Se pueden comer tanto calientes como frías, si bien recomendamos hornearlas un poco antes para ligar bien los sabores y que se potencien” – nos cuentasu copropietario, Marcelo Settimo.