El 70% de los españoles no entiende las etiquetas nutricionales: cinco claves para no dejarse engañar en el supermercado

Expertos advierten de que el diseño del envase y términos como “light” o “alto en proteínas” confunden más que informan

Aunque cada vez más personas afirman querer comer de forma saludable, una nueva alerta nutricional confirma lo que muchos sospechaban: la mayoría de los consumidores no sabe interpretar correctamente la información de los productos que consume. Según datos compartidos por FITstore.es, más del 70% de los españoles admite no entender el etiquetado nutricional y se deja llevar por reclamos publicitarios en lugar de fijarse en la composición real del alimento.

Luis Cañada, responsable de estudios nutricionales de FITstore, lo resume de forma tajante: “La gente compra lo que parece sano, no lo que realmente lo es”. Y añade: “La parte frontal del envase está hecha para vender. La parte trasera, donde está la lista de ingredientes y la información nutricional, es la que revela la verdad del producto. Pero casi nadie la consulta, y menos aún la entiende”.

Cinco consejos para descifrar las etiquetas

Con el objetivo de ayudar a los consumidores a hacer elecciones más informadas, el equipo de expertos en nutrición de FITstore ha reunido cinco claves para evitar errores comunes al leer etiquetas:

  1. La lista de ingredientes es lo más importante: Está ordenada de mayor a menor cantidad. Si los primeros ingredientes son azúcar, harinas refinadas o grasas de mala calidad, el producto no es saludable, aunque diga “natural” en el frontal.
  2. Fíjate en la ración real, no solo en los 100 gramos: Muchas personas juzgan un alimento por los valores por 100 g, pero es más útil conocer la información de la cantidad que realmente se va a consumir.
  3. No te obsesiones con las calorías: Un alimento bajo en calorías puede tener ingredientes pobres o poco nutritivos. La calidad del alimento va mucho más allá del número de kilocalorías.
  4. Cuidado con los productos ‘altos en proteínas’ o ‘ricos en fibra’: Estas afirmaciones pueden ser ciertas, pero no siempre implican mejor calidad nutricional. Además, en exceso, pueden ser innecesarios o incluso contraproducentes si no van acompañados de un estilo de vida activo.
  5. ‘Light’ no siempre significa saludable: La reducción puede ser de azúcar, grasa o sal, pero no implica necesariamente un menor valor energético. Además, su consumo suele generar una falsa sensación de libertad, lo que puede llevar a comer más cantidad.

¿Por qué caemos en la trampa?

El estudio subraya que el diseño visual de los productos es una herramienta de marketing muy eficaz. Ocho de cada diez consumidores confiesan elegir productos por el aspecto del envase, más que por su composición. “Frases como ‘sin azúcares añadidos’, ‘alto en proteína’ o ‘100% natural’ generan una respuesta emocional inmediata. Pero no siempre se corresponden con la realidad del producto”, afirma Cañada.

Educación nutricional como clave preventiva

Desde FITstore hacen un llamado a reforzar la educación nutricional de la población. “La industria sabe cómo piensas. Por eso tú debes saber cómo compras”, concluye Cañada. En un contexto donde la obesidad y las enfermedades metabólicas van en aumento, saber leer correctamente una etiqueta alimentaria es una herramienta de salud pública tan vital como hacer ejercicio o acudir al médico.

En definitiva, la próxima vez que vayas al supermercado, antes de dejarte seducir por el colorido envoltorio, da la vuelta al producto y revisa su composición. Porque comer sano empieza leyendo la letra pequeña.

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